El origen de la espelta no se conoce, pero es uno de los cereales más antiguos que conocemos. Se han documentado reseñas sobre la espelta de hace 7 milenios en oriente medio. De allí fue ampliándose su uso por toda Europa. Aunque su uso fue decayendo favoreciendo el uso de cereales más productivos, durante los últimos años su demanda ha subido considerablemente debido a los problemas alérgicos que pueden producir las harinas de trigo común.

La espelta en origen es un trigo que no ha sufrido casi ninguna variación genética. Esto hace de ella un cereal mucho más resistente a enfermedades y se adapta fácilmente a condiciones meteorológicas adversas de mejor forma que el trigo común. Por ello es un cereal muy utilizado en cultivos ecológicos. Su cultivo no requiere de tantos fertilizantes, aunque su procesamiento es algo más complicado que el del trigo común, debido a que contiene una vaina más dura. Esta es la que protege al grano de la polución y de los insectos que pueden contaminarla y a su vez retiene los nutrientes que puedan perderse durante su cultivo y procesamiento.

Si esto fuera poco, su contenido en proteínas, minerales, fibra, vitaminas, ácidos grasos como el omega 3, 6 y 9 y oligoelementos es mayor que el del trigo común por lo que lo hace más saludable y más fácil de digerir. Aunque su contenido en gluten es menor que otros cereales más comunes, no lo hace apto para el consumo de celíacos.

Las harinas de espelta pueden perfectamente utilizarse en cualquier receta que emplee una harina de trigo normal, pero hay que tener en cuenta que la harina de espelta es más soluble en agua que la harina de trigo común, por lo que a la hora de sustituir la harina de trigo por la de espelta, hay utilizar 3 veces menos líquido.

Os dejamos una receta de pan de espelta multi semillas. La espelta confiere al pan una textura y un sabor muy particulares que esperemos os guste. Animaros a hacerlo en casa y veréis además que resiste más que un pan hecho con harina de trigo.

Ingredientes:

  • 350 ml de leche a temperatura ambiente
  • 15g de levadura fresca de panadero
  • 20g de piel de flores
  • 250g de harina de espelta blanca
  • 250g de harina de trigo
  • 7g de sal
  • 25g de mantequilla derretida
  • 150g de semillas ecológicas variadas
  • Aceite de oliva para engrasar

Mezclamos en un cuenco la leche con la levadura y la miel hasta que la levadura se disuelva correctamente. Se incorporan las harinas de espelta y de trigo con la sal hasta conseguir una masa uniforme. Echamos la mantequilla derretida y amasamos a mano. Después se pueden incorporar las semillas elegidas obteniendo una masa homogénea. Esta masa debe dejarse reposar durante 10 minutos.

Untamos con un poco de aceite de oliva la mesa de trabajo y se trabaja la masa unos 10 segundos. Se hace una bola y se deja reposar durante 10 minutos. Esta operación ha de realizarse tres veces. En total la masa reposará durante 30 minutos.

La masa la partimos en dos bolas que pondremos en un molde de para panes, la cubriremos y dejaremos reposarla hasta que aumente su volumen al doble. Mientras, precalentaremos el horno a 210ºC por arriba y abajo. Pincelamos los panes con leche y los horneamos durante 15 minutos. Bajamos la temperatura del horno a 180ºC y cocemos la masa otros 25 minutos. Para que no se doren demasiado podemos cubrir los panes.

 

¡Que aproveche!!