Una de las especies más empleada en la farmacopea natural es la Echinacea Purpurea, que es originario del centro de los EEUU y México y fue utilizado por los nativos de esas zonas. Extendieron su uso los colonos hasta llegar a nuestros días. La Comisión E alemana, referente en temas de fitoterapia, que publica monográficos sobre diferentes plantas medicinales para regular su uso, realizó el de la Echinacea purpurea (monografía nº088) en marzo de 1989. Aunque el uso de antibióticos sea la forma más utilizada para el caso de enfermedades infecciosas en nuestros días, se está extendiendo el uso de la Echinacea como método alternativo e incluso adicional para combatirlas.
Para la obtención de sus principios activos, se emplean las raíces de la planta. Estimula el sistema inmunológico. Está indicado en casos de enfermedades infecciosas. Está muy extendido su uso en gripes, catarros y enfermedades crónicas del tracto respiratorio, reduciendo sus efectos y el tiempo de recuperación del enfermo de forma eficaz. Incluso es efectivo en infecciones del sistema urinario, del aparato reproductor e infecciones de oído. También se ha descrito su uso para infecciones cutáneas como acné, eccemas, herpes, orzuelos, quemaduras y cualquier tipo de heridas.
Se pueden encontrar en el mercado preparados de Echinacea en diferentes formatos: Pomadas y cremas, esencias y tinturas, ungüentos, extractos e infusiones e incluso en capsulas.